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Foto del escritorGuillem Cunill Clares

Guía básica para iniciarte en la práctica de la meditación.

Actualizado: 15 sept 2021


Parar, respirar, observar, conectar con uno mismo, escucharse...ahí es dónde reside la diferencia entre reaccionar o responder ante un estímulo externo.


Cito a Viktor Frankl autor de un libro que leí hace mucho tiempo y que me han refrescado recientemente en la formación de instructor de Mindfulness que estoy realizando este verano: “El hombre en busca de sentido” que os recomiendo mucho!


“Las circunstancias externas pueden despojarnos de todo menos de una cosa: La libertad para poder elegir cómo responder a esas circunstancias.

Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio se encuentra nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta está nuestro crecimiento y nuestra libertad”


En la meditación es donde podemos cultivar ese espacio para dejar de ser tan reactivos y ser más empáticos, amables y respetuosos con nosotros y con los demás.


Sentarse a meditar es medicina para el alma, es calidad de vida, es estar presente aquí y ahora, es apto para tod@s, es relativamente sencillo y por si fuera poco no requiere de ninguna inversión.


¿Cómo empezar?

1- Busca un espacio tranquilo.


2- Siéntate en una silla en una postura en la que tu espalda no toque el respaldo y se mantenga en una posición recta. Si esto no es posible para ti te sugiero que te pongas un cojín entre el respaldo y tu espalda. Por último, te recomiendo que uses un cojín para elevar tus caderas y así tus isquiones quedarán por encima de tus rodillas.


3- Imagínate que de un hilo te estiran de tu pelvis hacia el suelo y por otro lado te estiran de la cabeza hacia el cielo. nota como tu espalda se coloca recta.


4- Baja ligeramente la mirada hacia el suelo (unos 45 grados).


5- Revisa que tus hombros no estén en tensión. Para ello te sugiero que los subas y los bajes un par o tres de veces hasta que notes que están en una posición en la que no sientas tensión.


6- Cierra los ojos y pon tu atención en la respiración.


7- Realiza tres respiración profundas y con plena atención (Sigue el recorrido del aire como entra y como sale).


8- Deja que tu respiración vuelva a su ritmo natural y no la fuerces. Para centrar tu atención en la respiración te ayudará focalizar tu atención en un punto. Por ejemplo en tus fosas nasales.


9- Mantén esta postura, los ojos cerrados y la atención a la respiración durante 5 minutos.


10- Al principio es normal que te cueste y sientas incomodidad, que tu mente sea la protagonista de la experiencia, que aparezcan dolores, picores y demás sensaciones corporales que te impidan estar presente en la experiencia. Esto también forma parte de la meditación, abrázalo y trata de fluir con ello y sigue usando tu respiración como si de una ancla se tratara.


11- Disfruta de la experiencia en la medida que te sea posible.


Si lo pruebas me encantará que compartas conmigo tu experiencia y si así lo sientes puedes compartir también este post y de esta forma me ayudarás a que este proyecto siga creciendo.


Deseo que este post os haya sido de utilidad,


Un abrazo,

Guillem


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